martes, 29 de marzo de 2016

Coplas del gigante llegado a Sevilla

Ciego coplero vendedor de pliegos con lazarillo
Ejemplo curioso de un vendedor de pliegos que relata en tono burlesco las características de un supuesto gigante llegado a Sevilla donde juega con su nombre, procedencia, sus pantagruélicas comidas y otras habilidades.

El pliego está impreso en Sevilla [s.a.], por el afamado impresor José Padrino.

Este impresor desarrolló su actividad en la segunda mitad del siglo XVIII. No sólo se dedicó a la impresión de pliegos de cordel, sino que diversificó mucho su oferta publicando libros de moral cristiana o de historias locales. Carmen Espejo, en su trabajo sobre El romancero vulgar del siglo XVIII en Sevilla, nos ofrece noticias concretas sobre la gran producción de este impresor a raíz del terremoto sufrido por la ciudad de Sevilla en el 1755 y que causó gran impacto en la población. En apenas dos meses Padrino publicó hasta 21 impresos sobre estos sucesos para satisfacer la curiosidad de la gente sobre este acontecimiento.

José Padrino publicó su primera obra tipográfica en 1748, según anota Escudero y Pedrosso, Francisco, en su Tipografía hispalense... desde el establecimiento de la imprenta hasta fines del siglo XVIII, obra editada en Madrid en el 1894. En los años siguientes continuó editando obras de asunto teológico e histórico. En 1773 estampó las Memorias de la Academia de Buenas Letras de Sevilla y en 1775 unos villancicos al nacimiento del Señor.

La imprenta la heredó su hijo, José Padrino y Solís, continuador en el establecimiento de la calle Génova. Hacia 1812 hay referencias a una imprenta regentada por María del Carmen Padrino, tal vez hija del sucesor o nieta del fundador, de la que no tengo noticias.





Antonio Lorenzo

martes, 22 de marzo de 2016

Crímenes cometidos por la hija enamorada de su padre y celosa de su madre


Traigo dos pliegos del mismo asunto editados por diferentes imprentas. En primer lugar, reproduzco el editado por la imprenta madrileña de Marés en 1849 donde se nos cuentan los horrorosos crímenes cometidos por una desalmada hija, enamorada de su padre y celosa de su madre. Si en el pliego de Marés la acción se sitúa en Castellón de la Plana, en el editado en Valencia por Mompié, el escenario de los crímenes se localiza en Roma.

El primer establecimiento del impresor José María Marés estuvo situado en la calle Preciados de Madrid en 1842, según se desprende de los pies de imprenta de los primeros pliegos que editó. Su actividad impresora se prolongó, bien con su nombre o asociado con el de su sucesor Manuel Minuesa, hasta el 1873-1874, estando establecidos desde 1861 en la calle Juanelo, nº 19.






El mismo pliego, con ligeras variantes textuales, es el editado [s.a.] por Ildefonso Mompié de Monteagudo. Sabemos que este impresor nació en Lorca en 1785 o 1786 y falleció en Valencia en 1855. Mompié ya imprimía al menos desde el 1815 y en el 1817 se asoció con el también impresor Miguel Domingo hasta el año 1821. A partir de ese año ya figuran separadamente en los pies de imprenta de sus publicaciones.







Antonio Lorenzo

viernes, 18 de marzo de 2016

Impresores y estamperos populares: Agustín Roca y sucesores

Ciego con zanfona y su lazarillo
El pliego que da origen y motivo a esta entrada está editado en Barcelona por los herederos de Roca en el año 1845.

La industria editorial en los comienzos del siglo XIX en Barcelona iniciaba un proceso de transformación muy notable por las nuevas normativas y legislaciones sobre la circulación de libros y folletos y sus relaciones con el poder, pues era importante para el negocio el recibir encargos de la administración de carácter institucional (facturas, cédulas, libros de registros, etc.). A su vez, la circulación clandestina de libros y de papeles impresos fue especialmente importante durante la Guerra de la Independencia, sobre todo en el ámbito catalán, donde las vinculaciones familiares entre imprentas son notables y de difícil seguimiento.

Para conocer a grandes rasgos la historia de la imprenta de Roca y sucesores tenemos que referirnos a su creador: Agustín Roca. Los datos que he podido consultar provienen en su mayor parte de la tesis doctoral de Montserrat Comas i Güell: La impremta catalana i els seus protagonistas a l’inici de la societat liberal (1800-1833). Este impresor figura como nacido en 1754 y fallecido en 1819. Su actividad se inicia primeramente anunciándose como librero el año 1796 en el Diario de Barcelona. Pero es a partir de 1798 cuando inicia su actividad como impresor, si bien trabajando también para otros. Establecida su tienda en la calle Llibreteria imprime comedias fáciles de ejecutar para ser representadas en casas particulares, en lo que se ha venido llamando obras 'de sala y alcoba'. En el 1808 aparece como miembro de una comisión del gremio de libreros creada por el Ayuntamiento de Barcelona.

Agustín Roca participó muy activamente en la lucha clandestina contra las tropas francesas, lo que le condujo a que fuera amenazado de muerte y tuviese que huir de la ciudad. 

Los franceses, en una batida nocturna efectuada el 9 de diciembre de 1808, registraron la casa de Agustín Roca encontrando un fusil, un puñal, sables, espadas y 10 escarapelas conde se leía 'Viva Fernando VII'. Según el relato de Raimon Ferrer (Ferrer, Raimon, Barcelona cautiva, ó sea, diario exacto de lo ocurrido en la misma ciudad mientras la oprimieron los franceses… 7 vols.. Barcelona, Oficina de Antonio Brusi, 1815-1821), la casa fue despojada de muebles, libros y enseres y hubo de escapar del registro saltando con riesgo a la casa del vecino.

Ya en enero del año siguiente, y pasado momentáneamente el peligro, se trasladó a Tarragona, entre cuyos objetivos se encontraba el de incorporarse a la resistencia y a las conspiraciones antifrancesas. Bien trabajando conjuntamente o trabajando solo formó compañía con los impresores Miquel Gaspar y Joan Ignasi Jordi hasta aproximadamente el año 1813. Es a partir de este último año cuando lo encontramos ya en Mallorca dedicado plenamente al oficio de impresor.

Visto desde la perspectiva actual resulta cuando menos sorprendente la adhesión sin fisuras a la causa del rey Borbón, ejemplo de centralismo. Puede entenderse si lo consideramos en su contexto como una guerra de liberación y reacción popular frente a la invasión francesa y como respuesta 'patriótica' a la misma.

Prueba de ello son las publicaciones salidas de su oficina en aquellos años.


















Adjunto ejemplos de escarapelas de la época que servían para reconocer a los de la misma facción o bando frente al invasor francés, grabadas por Joseph Coromina durante la Guerra de la Independencia (1808-1814), defendiendo todas ellas la causa de Fernando VII 'el deseado'.

Por la religión, el rey y la patria
Por la religión, el rey y la patria














Vencer o morir por Fernando VII
Mi vida fallecerá o Fernando reynará














Viva Fernando, la patria y la religión y muera Napoleón
Agustín Roca debió morir a finales de 1819 o a principios de 1820, haciéndose cargo de la imprenta su viuda, cambiando el nombre social en los pies de imprenta por la de 'Viuda de Agustín Roca'. 

La viuda de Agustín Roca falleció en el 1832, ya que a partir de 1833 solo aparece en los pies de imprenta 'Imprenta de Roca' y a partir de 1834 figura como 'Herederos de Agustín Roca'.

Con este último pie de imprenta, fechado en 1845, reproduzco esta relación sobre el hijo de un mercader de Zaragoza al que no le gustaba nada trabajar.





Antonio Lorenzo